jueves, 21 de junio de 2007

Día 22

Día 22.
hace años atrás, aunque no tantos años atrás, junto a Francisca Schweitzer, mi ex socia, hicimos "Paréntesis", una película que aún late y sigue entregando alegrías, de hecho actualmente se está presentando en el lado norte de este continente gracias a HBO.
Paréntesis se gestó, de forma rápida, intensa, en lo que pudimos, precisa.
Paréntesis fue el primer hijo.
La concepción de ese hijo duró 21 días.
Inicialmente junto al gran Waldo Salgado, primer asistente de dirección de Paréntesis, estimamos los días de filmación en seis semanas.
Con francisca habíamos estimado anteriormente que si filmabamos con tres unidades de cámara el rodaje duraría 19 días.
mientras los días de rodaje se sucedían unos a otros, el plan de filmacion inicial se fue acotando, llegando finalmente a transformarse en un plan de filmación y la real filmación en 21 días.
un margen de error de 2 días.
No estuvo mal para la primera película.

Foto: Armelle Pioline


Ahora bien.
Acabo de llegar hace un par de horas a mi departamento.
La verdad que exausto, mental y físicamente
Anoche 28 horas después que nos despidiéramos con Holden Inc. llámese , Armelle, Mocke, Ludo, Ettiene y JP Nataf (Cristóbal Carvajal había tomado un avión destino SCL horas antes), mientras trataba de dormir, las imágenes aparecían con formato slide show dentro de mi cabeza. Impidiéndome durante un par de horas conciliar el sueño.
La cantidad de momentos imágenes, diálogos en francés que difícilmente entiendo se trataban de ajustar, al igual que como cuando uno trata de ordenar tu material de cámara en el final cut.
habré estado editando el material mental durante dos horas cuando por fin pude dormir.
hasta hoy no había sacado la cuenta, o sea sí, pero no fui conciente de la coincidencia.
Holden testigo de un Viaje se rodó durante 22 días, un día de descanso entre medio, lo que hace que filmáramos la misma cantidad de días que lo hicimos paréntesis.
21 días
No sé si eso es bueno o es malo.
Pero es un gran coincidencia.
Ahora se viene otro proceso, el del montaje.
Sebastián Lelio le llama el segundo guión.
Pues bien, ahora se empieza a escribir nuestro segundo guión.
Saludos

Rodaje Holden

Mocke y Armelle, durante el rodaje de Testigo de un viaje

Escena de Testigo de un viaje

De izquierda a derecha durante la filmación de una de las escenas de Holden, Testigo de un viaje, durante un lluvioso día:
Armelle Pioline, de espaldas Pablo Solís, Ludo Leleu, Sonido Directo Mauricio Lopez.

Durante el Rodaje

El señor JP Nataf, Solís y Armelle Pioline

sábado, 16 de junio de 2007

Pablo Solís-Nicolás Saavedra


Director y Actor de Holden TESTIGO DE UN VIAJE

viernes, 15 de junio de 2007

“Una historia afectiva sobre los sueños y las dificultades de hacer lo que se ama”, así define Pablo Solís su nueva película: “HOLDEN: testigo de un viaje”. El director de “Paréntesis” (2005) inició este martes 29 de mayo, la filmación de este largometraje de ficción, construido a partir de la realidad de un grupo musical en gira.

El rodaje se desarrollará por las ciudades de Santiago, Valparaíso, Talca, Concepción, Valdivia, Puerto Varas, Puerto Montt, finalizando en La Trastienda de Buenos Aires, Argentina.

El mismo Pablo Solís es autor de la idea original y del guión del filme que cuenta con la actuación de los integrantes de la banda francesa Holden y la narración de Nicolás Saavedra, testigo de los hechos durante “un viaje de músicos franceses conectados mágicamente con este país llamado Chile”, adelanta el director.

Solís explica la génesis de “HOLDEN: testigo de un viaje” a partir de una conexión especial que él mismo tiene con la música: “Nace con la idea de homenajear a las personas y la forma que viven la música. Es una película hecha por un fan. Un fan de la música y un fan de Holden”.

Cuenta que a los integrantes del grupo, el proyecto les pareció desquiciado; “Un experimento musical y cinematográfico que se aleja de la industria de lo cool”.

Y aunque Pablo Solís ya se ha declarado fan de la banda Holden, el nombre de la película va más allá. “En 1951 J.D. Salinger publica “The Catcher in the Rye”, y es un libro narrado en primera persona, por su protagonista, un adolescente llamado Holden Caulfield, quien narra en tono existencial un viaje iniciático. Años después la banda francesa saca de ahí su nombre, "Holden", y de ahí la conexión con esta película, que es narrada en primera persona por un testigo de este viaje que realiza Holden por Chile y Argentina durante casi un mes”.

Pero el largometraje no es un documental sino una historia sobre el rock, el amor, los sueños y las decepciones.


Nicolás Saavedra, alter ego de Pablo Solís

El actor Nicolás Saavedra cuenta que llegó al proyecto, invitado por el director para ser la voz del testigo de este viaje. “De alguna forma voy poner mi voz al servicio de los pensamientos, observaciones e ideas del director que es el real testigo. Seré una especie de alter ego de él”.

Saavedra también se confiesa admirador de la banda francesa: “Tuve la suerte de ver a HOLDEN en vivo en La Batuta hace unos años y me gustó mucho, me gusta el rock y la música en francés; no lo entiendo pero me parece una lengua de sonoridad hermosa... Y bueno de la propuesta de Pablo me sedujo la posibilidad de participar en una aventura cinematográfica fuera de norma, diferente, particular, personal y viva. Un juego muy interesante y creativo. Donde los protagonistas son reales, se interpretan a ellos mismos y son observados por un tercero. Un experimento sumamente interesante en esta era de las formulas probadas. Un verdadero viaje audiovisual, un salto al vacío, del que no sabemos cual es el final. Afirma que esa energía, al momento de crear, lo cautivó para acompañar al director en esta aventura.

Y para llevar a cabo este desafío, Nicolás Saavedra y Pablo Solís han conversado largamente sobre el proyecto. El director ha entregado al actor no sólo la información de la música y las letras, no sólo el material audiovisual y literario sino también las motivaciones. El compromiso del narrador lo ha llevado además a decidir acompañarlo en el proceso de rodaje para empaparse del espíritu de los músicos y por supuesto, del director que aboga por la honestidad, lo despiadado, lo personal y cercano a la gente, como la esencia de esta película.